OPINIÓN
La movilidad en Costa Rica
.
Esta semana tuve la oportunidad de visitar una empresa dedicada a la innovación en magnetismo. La empresa fue adquirida en su mayoría por su equipo gerencial hace unos diez años, y en este plazo han aumentado sus ventas diez veces, hasta alcanzar unos $68 millones anuales. La empresa desarrolla nuevos materiales y componentes que tienen múltiples.
aplicaciones en la industria de los vehículos eléctricos, y por este motivo sus ventas se duplicaron el año pasado. La empresa se ubica en un parque tecnológico en Málaga, España, y sus innovaciones aprovechan la investigación que realizan universidades, y ha conseguido el apoyo de fondos europeos que promueven la innovación. En la visita nos acompañó el alcalde de Málaga, quien a sus 79 años era uno de los participantes más interesados en comprender.
los nuevos materiales y productos que la empresa desarrolla, y que ha logrado proteger con sus más de 140 patentes inscritas (inscriben entre una y dos patentes mensuales).
Sus componentes ya forman parte de vehículos convencionales y eléctricos de las principales marcas de automóviles europeas y asiáticas.El empresario nos explicaba cada nuevo material y cada nuevo componente con el entusiasmo de un niño que muestra sus juguetes a sus amigos. Él está pensando en cómo desarrollar productos que puedan incorporarse a los vehículos eléctricos. Por ejemplo, nos mostró su “máquina de cubitos de hielo”.
una máquina que es súper eficiente en el enfriamiento y que permitiría reducir a la mitad las velocidades de carga de los vehículos eléctricos, que no pueden cargarse más rápidamente por el calentamiento. Visitamos dos instalaciones dentro del parque, que conforman el centro de investigación y desarrollo. La primera instalación parecía un garaje.
donde trabajaban dos mujeres jóvenes, una con su doctorado en química y Laura, una recién graduada de la universidad, que ya había defendido su primera patente ante los especialistas en el tema.
Me dio envidia de la buena, y pensé: Mientras esto pasa acá, ¿qué estamos haciendo en Costa Rica, en el tema de la movilidad eléctrica y la transición a formas de transporte más sostenibles.
Y pensé en las carreteras que se derrumban, los puentes a punto de caerse, en la cochinilla que hace que no se haya podido terminar la circunvalación norte, en la ruta 32, en la 27, en la 1, en la 2, en los furgones, vagonetas y autobuses que día a día nos “fumigan” con sus emisiones pero que andan con su RTV al día.
¿Por qué si tenemos gente profesional, nuestro pobre ministro del MOPT, a quien respeto y considero un profesional altamente capaz, propone un día llevarse el puente del Castella para medio remendar Cambronero, sólo para darse cuenta en una semana, que no puede desvestir a un santo para medio vestir al otro.
¿Es que no tenemos a nadie pensando en cómo mejorar la movilidad en Costa Rica, que la solución al transporte público es que los buses se mantengan activos por más de 20 años?
Para que existan empresas como la que visité esta semana se requiere un ecosistema donde estas puedan desarrollarse. Y se requieren líderes que piensen en cómo será la movilidad en 10, 20, 30 años, y cómo queremos que las personas y las cargas se muevan a lo largo y ancho de nuestro territorio.
Hace poco leí que existe una empresa que ya está vendiendo aviones eléctricos para vuelos cortos, justamente para distancias como las que existen en los vuelos internos en Costa Rica, se llama Heart Aerospace. También leí que el Grupo Volvo y la compañía alemana Daimler Truck están trabajando conjuntamente en soluciones de camiones de carga eléctricos y de hidrógeno. Pues han reconocido que los camiones eléctricos pueden servir para distancias cortas, pero para distancias más largas o para equipos más pesados, se requieren soluciones basadas en el hidrógeno verde. También leí que Amazon está montando “hubs de micro-movilidad” en 20 ciudades de Europa, con vehículos eléctricos que van desde bicis hasta mini-automóbiles eléctricos para las entregas dentro de la ciudad.
Durante la administración Alvarado, toda la discusión giraba en torno a un tren para la zona metropolitana. Hace poco escuché que la gente del INCOFER están pensando en que Costa Rica tenga 8 trenes para el 2050, ya eso es un avance, pero se requiere un pensamiento más integral y plazos más cortos.
Las soluciones a la movilidad no vienen de una sola tecnología, ni de un solo medio de transporte. No se trata de “empujar” al hidrógeno por encima de lo eléctrico, ni de hacer un tren en vez de autobuses, ni de hacer ciclovías sin pensar siquiera en aceras.
Durante la administración Chinchilla hablé con distintos funcionarios del gobierno de Chile, entre ellos el embajador, el jefe de los embajadores, el ministro de economía chileno, y un amigo que en ese momento estaba a cargo de manejar las concesiones en el MOP chileno, y todos se mostraron entusiasmados con la idea que les propuse.
que nos enviaran unos dos o tres técnicos chilenos a Costa Rica, por dos o tres años, para que estudiaran y propusieran cómo tener un sistema de concesiones decente en el país, que nos permita construir carreteras, hospitales, puentes, aeropuertos, cárceles, etc.
La discusión terminó después de hablar con funcionarios del Consejo Nacional de Concesiones, quienes después de seis meses optaron por contratar a la UNOPS, con los resultados y costos ya conocidos. El costo de mi propuesta era pagarles la estadía a los técnicos chilenos. El costo de UNOPS era un 10% de los proyectos, contratación de muchos consultores, y una burocracia que se adiciona a la burocracia normal de Costa Rica. Así terminó mi corta carrera política.
Pero las concesiones son parte integral de la solución. Hay que buscar la forma de cambiar las reglas para minimizar la corrupción, promover la competencia de jugadores internacionales, agilizar los procesos y generar confianza en el sistema.
Necesitamos líderes políticos y empresarios que estén pensando en todo lo que está ocurriendo en el mundo y cómo queremos que el país se desarrolle. Sin movilidad no hay desarrollo. Costa Rica tiene valores ambientales que son ejemplo para el mundo.
Pero tenemos una forma de transportar a las personas y los productos, dignas de los países menos desarrollados del mundo. Las soluciones no son de una única variable, necesitamos gente que piense en conjunto, en sistemas, en tecnología y reglas del juego, y no tanto en cómo llevarse un puente Bailey, sin dudas un éxito de la ingeniería de la Segunda Guerra mundial, para otra sección de la misma carretera interamericana. Y definitivamente la ruta de la movilidad en el país no pasa por cómo hacer para que los autobuses se mantengan vivos por más de 20 años moviendo gente a través de nuestras “carreteras Necesitamos gente más innovadora en lo público y en las empresas.