ENTRETENIMIENTO
Adam Sandler no busca respeto, sólo quiere hacer reír
El premio Mark Twain otorgado al comediante estadounidense, marca registrada del humor en el siglo XXI, invita a elaborar su perfil a partir de los testimonios de compañeros y amigos. “Compite consigo mismo”, asegura Dustin Hoffman.
En cada monólogo de stand up de Adam Sandler, desenfunda la guitarra eléctrica y canta una canción. A diferencia de las cancioncitas sobre selfies o calzoncillos anchos, éstas tratan de su difunto y gran colega de Saturday Night Live, Chris Farley.
Es un homenaje perfecto. Sandler, cantando en voz baja mientras rasguea en Sol, capta la complicada belleza de Farley mientras clips de sus más memorables juergas se reproducen en una pantalla gigante detrás de él. El público ruge cuando hace referencia a los electrizantes papeles de Farley en Saturday Night Live como bailarín de Chippendales y orador motivacional “que vive en una camioneta junto al río”. Hay un silencio cuando Sandler se desliza hacia el puente, una mirada a la vulnerabilidad de su amigo.
“Lo vi en la oficina, llorando con los auriculares puestos
escuchando una canción de KC and the Sunshine Band
Le dije: ‘amigo, ¿cómo demonios eso te pone tan triste?’
Entonces se rió y dijo: ‘Sólo pensando en mi padre’ «.
“Lo vi en la oficina, llorando con los auriculares puestos
escuchando una canción de KC and the Sunshine Band
Le dije: ‘amigo, ¿cómo demonios eso te pone tan triste?’
Entonces se rió y dijo: ‘Sólo pensando en mi padre’ «