MUNDO
Un hombre hirió con un cuchillo a siete personas en un hospital de San Pablo
Fue abatido por la policía. Atacó al personal que lo atendía y a otros pacientes luego de llegar al lugar para recibir ayuda médica.
Un hombre de 32 años fue abatido en la madrugada de este viernes por la Policía después de herir con arma blanca a siete personas, entre ellas un médico colombiano, y hacer a otra como rehén en un hospital del estado brasileño de San Pablo.
Una fuente de la Alcaldía de Américo Brasiliense, municipio a 252 kilómetros de San Pablo, la capital regional del estado homónimo, indicó a EFE que el hombre, cuya identidad no ha sido divulgada, había llegado “bastante alterado” al hospital para buscar atención médica.
Después de recibir la orientación para ser medicado, según los relatos, el hombre sacó un cuchillo e hirió al personal que lo atendía y a otros pacientes.
El director del hospital, el médico colombiano Ezequiel Ríos Ariza, fue una de las víctimas más graves y debió inmediatamente ser intervenido quirúrgicamente.
Otro de los heridos también permanece hospitalizado y los otros cinco recibieron alta médica con lesiones leves.
En su salida del hospital el hombre tomó como rehén a una de las enfermeras y disparó a una patrulla de la Policía Militarizada que pasaba por el lugar.
Después de negociaciones infructíferas con las autoridades, un tirador de la Policía disparó dos veces contra el hombre cuando en un momento de descuido la rehén consiguió apartarse.
Debido a la conmoción por la que pasaba en ese momento el Hospital Municipal José Nigro Neto, la Policía Militarizada trasladó al asaltante a otra clínica, donde recibió los primeros auxilios y murió posteriormente.
Los agentes de la Policía Militarizada que acudieron al lugar de los hechos relataron a periodistas que el hombre, según testigos, había tenido horas antes una discusión airada dentro de una iglesia con motivo de las celebraciones de la Semana Santa.
El hecho ocurrió dos días después del ataque con fuego de un hombre, de 39 años y que era diácono de una iglesia, a un autobús en la ciudad de Duque de Caxias, en la región metropolitana de Río de Janeiro.
El hombre roció con gasolina el interior del autobús y armado con un cuchillo trató de impedir la salida de las personas, cuya mayoría consiguió salir y solo tener quemaduras leves.
Sin embargo, una mujer y su hija de cuatro años tuvieron quemaduras en un 90 % del cuerpo y la menor falleció la noche del jueves. La madre sigue internada en estado grave.
El incendiario, que tuvo también la mitad de su cuerpo quemada, fue arrestado por las autoridades minutos después del ataque.
A los dos hechos aislados se suma el de un hombre de 25 años que invadió también el miércoles una escuela infantil de la ciudad de Blumenau, en el sureño estado de Santa Catarina, y asesinó con golpes de hacha a cuatro niños e hirió a otros cuatro.
El asesino también fue capturado y su acción provocó que el Gobierno crease un grupo interministerial de emergencia y se destinaron más recursos para el patrullaje escolar por parte de la Policía, pues la semana pasada una profesora murió en un ataque similar en San Pablo.