COSTA RICA
Costa Rica requiere el apoyo de la comunidad internacional ante el
El país centroamericano fue la cuarta nación del mundo que recibió más solicitudes de refugio per cápita durante el último quinquenio. Su situación económica y estrechez fiscal, junto al flujo migratorio masivo, limitan su capacidad de acción y ponen en riesgo la cobertura adecuada de las personas que buscan refugio.
Una vorágine de desafíos, entre los que se encuentran la pandemia de COVD-19, la invasión rusa de Ucrania y los ataques contra la democracia y los derechos humanos, “estremecen los cimientos” de la alertó este miércoles el ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica en su intervención en el debate de alto nivel del principal órgano de la Organización.
Ante este complicado escenario internacional, Arnoldo André Tinoco lanzó una serie de “soluciones integrales a las múltiples crisis que nos enfrentamos, e indicó que es imposible acabar con la pobreza “sin empoderar a las mujeres y a las niñas, garantizar el respeto de los derechos humanos sin abordar el cambio climático, o abordar la reforma del sistema financiero internacional”.
El canciller costarricense destacó que la respuesta a los múltiples desafíos que nos enfrentamos debe incluir en primer lugar “un enfoque de derechos y obligaciones”.
“Los derechos humanos y el respeto sin ambages o justificaciones a la dignidad y el valor humano no son sólo palabras; son obligaciones contraídas por los Estados, consagradas en la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos, y todos los tratados e instrumentos de derechos humanos”, afirmó.
Tinoco destacó que “el combate a la pobreza, a la desigualdad, a la exclusión, requieren de los derechos humanos” y recordó que su país “nunca le ha cerrado las puertas a las personas migrantes que ven en nuestra tierra una ruta de paso o un destino para integrarse a nuestra sociedad”.
Como prueba de ello, declaró que Costa Rica fue la cuarta nación del mundo que recibió más solicitudes de refugio per cápita durante el último quinquenio, pero matizó que su situación económica y la estrechez fiscal, junto al flujo migratorio masivo, limitan la capacidad de acción y ponen en riesgo la cobertura adecuada de las personas que buscan refugio en su suelo.
“Es con un verdadero sentido de urgencia que requerimos el apoyo de la comunidad internacional para atender este desafío, que se ha visto agravado no solo por los conflictos y la pobreza, sino también por el impacto del cambio climático”.
A continuación, equiparó la seguridad humana a la global y declaró que a su país le parece incomprensible que haya millones de personas esperando vacunas, medicinas o alimentos, mientras las naciones más ricas priorizan sus recursos en armamento “a costa del bienestar de las personas, la salud climática y una recuperación equitativa”.
“En 2021, el gasto militar mundial continuó aumentando por el séptimo año consecutivo hasta alcanzar la cifra más alta que hayamos visto en la historia. Costa Rica reitera hoy su llamado a una reducción gradual y sostenida del gasto militar, pues cuantas más armas produzcamos, más escaparán a nuestros mejores esfuerzos de gestión y control”, razonó.
Del mismo modo, mostró su convencimiento de que es posible lograr la paz y la seguridad sin recurrir al uso de las armas nucleares, ya que solo su eliminación total “es la única garantía contra el uso o la amenaza de uso”, por lo que exhortó a más Estados a firmar y ratificar el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares, así como adherirse a la Declaración de Viena y a su Plan de Acción.
Destacó que la tercera solución debe encontrarse en el ámbito financiero ya que los países de renta media se enfrentan a “importantes desigualdades y desafíos, como una incrementada estrechez fiscal”, que limitan su “capacidad de acción e inversión y ponen en riesgo el tejido social”.
“Y aunque albergamos el mayor porcentaje de personas pobres y de migrantes en el mundo, nuestra categorización no nos permite acceder a la ayuda oficial al desarrollo ni obtener financiación concesional en condiciones favorables y justas”, desveló.
Por ese motivo resaltó la urgencia de “ir más allá del PIB per cápita” y contar con nuevos indicadores para la asignación de la ayuda, la inversión y la cooperación internacional, “que contemplen otros aspectos como las carencias estructurales, los riesgos climáticos, las fluctuaciones del mercado y la estabilidad fiscal”.
Por último, señaló que la cuarta acción pide un alto nivel de urgencia y ambición para atender la triple crisis medioambiental que incluye el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Añadió que para ello son transcendentales “un océano saludable y un enfoque de economía azul”.
“Al frente de las catástrofes naturales que azotan a nuestros países, de las sequías y olas de calor, de los incendios forestales, inundaciones nunca vistas, están las personas. Pensando en ellas, Costa Rica lidera junto con Francia y el Reino Unido la Coalición de Alta Ambición para la Naturaleza y las Personas, que busca la conservación global de; 30% de la Tierra y del océano”, dijo.
Una pequeña isla del Caribe, conocida como «la flor del océano», fue diezmada por el huracán Iota en 2020. Aunque la pérdida de vidas humanas fue mínima, el impacto en los preciosos ecosistemas cambió la perspectiva de sus habitantes profundamente. Dos años más tarde, siguen trabajando para restaurar sus tesoros medioambientales y preparándose para cualquier contingencia que el cambio climático pueda traerles a continuación.
Aunque la decisión contó con ocho abstenciones, ningún Estado se opuso a la declaración. El titular de la ONU califica la adopción de esta decisión como “histórica” y asegura que es una muestra de cómo la comunidad internacional puede unirse para luchar contra la triple crisis medioambiental que vive el planeta. La declaración cambiará la naturaleza misma del derecho internacional de los derechos humanos.